PRIMER PASO.
“ADMITIMOS QUE ERAMOS IMPOTENTES ANTE LOS DEMÁS Y QUE NUESTRAS VIDAS SE HABÍAN VUELTO INGOBERNABLES”.
Codependientes Anónimos.
Ayer completé 6 semanas de haberme integrado a un grupo de Codependientes que forma parte de Familias Anónimas, A.C. una agrupación que integra a personas que tienen en común familiares con problemas de adicciones o conductas emocionales destructivas.
En mi caso llegué ahí aconsejada por una persona que quiero mucho y que de pronto, cuando un día me sinceré y pude contarle mi pena y desesperación por sentir que había caído en un oscuro agujero de la vida del que no sabía cómo salir me dijo la palabra "codependiente".
Me explicó que necesitaba ayuda de personas que vivieran la misma situación y luego de buscar varias semanas pude dar con el grupo adecuado. Es recuperación en 12 pasos.
Apenas voy en el primero, llevo 5 semanas estudiándolo, tratando de asimilarlo, escuchando lo que otros comparten y aprendiendo.
El primer paso trata de soltar, dejar ir.
A mí en lo particular me sigue costando mucho. Ya acepté que soy impotente ante la vida de los demás, sobre sus decisiones y lo que quieran hacer con sus vidas.
Acepté que mi vida llegó a un estado ingobernable cuando vivía junto a un adicto al que amaba demasiado. Me convertí en su facilitadora y también le hice daño. Hoy ya no vivimos juntos. Todo se terminó. Un día él se fue y ahora estamos a unos días de firmar el divorcio. Él sigue sufriendo... yo también pero de diferente manera.
Sí, lo confieso... aún me duele dejarlo ir.
Tengo la seguridad en mi corazón de que ya no lo amo. No sé en qué momento sucedió, pero ya no estoy enamorada de él. Es de lo único que estoy segura. Pero aunque ya no pienso en sus problemas, cuando hablo con él con motivo de nuestro proceso legal él vuelve a la carga y suelta todo su dolor.
No fue sencillo dejarlo ir. Dejar que él solucione solo sus problemas, su vida, no apoyarlo más ni para bien, ni para mal. De hecho él fue quien en un principio me dejó a mí, sólo así pude desengancharme de esta nociva relación, fue en su ausencia que yo abrí los ojos y me di cuenta de lo mal que estábamos y decidí ponerle fin a esa dolorosa historia.
Sin embargo, me doy cuenta que mi codependencia ahora empieza a manifestarte en otro lado. Cambió de objetivo. Y tengo miedo.
Aún me falta mucho por aprender, el camino en mi recuperación es largo, ahora comprendo que no hay atajos y debo seguir los pasos uno por uno.
El primero es aceptar que tengo un problema, ya lo hice. La segunda parte de este mismo paso es soltar, dejar ir, aprender a amar con confianza, dejar que tu objetivo o la persona que te genera codependencia fluya en paz sin que te afecte ni altere.
Ese es mi problema, que cuando alguien me interesa me pongo muy aprensiva y me desvivo por atender, por agradar, por saber de esa persona, por hacerme presente, por recordarle que existo y esto me genera ansiedad, no saber porqué no llama, dónde está, qué hace y cuándo vendrá.
Mi punto crítico está justo ahí. Me cuesta ponerme el freno a tiempo. Generalmente me doy cuenta cuando ya "la regué", cuando ya "di feria de más". Cuando amo me entrego al 200% y ese es mi gran error, amar así ¡es una locura!
Amar de manera mesurada no es lo mío, pero tengo que madurar y aprender a amar a la gente de una forma sana, con confianza de que el hecho de que esté ausente no significa que yo no le importe.
Quiero aprender a confiar en mí, en que no es necesario dar regalos, detalles o atenciones... no se debe comprar el cariño. No es necesario ser linda todo el tiempo. Ni hacerme presente a cada instante para reforzar que me quieren. Quiero aprender a amar sin absorber. Necesito controlar mi mente y no elucubrar situaciones que no existen. No resolver problemas que no hay. No hacer diálogos que no se darán. Frenar, frenar, frenar.
La mente es muy engañosa y mi creatividad es demasiada, tengo que aprender a controlar mis emociones, a administrar mis pensamientos, a soltar mis preocupaciones, disolver mis miedos, tengo que dejar ir a quienes amo con la confianza de que no importa qué tan lejos se vayan... en algún momento regresarán y me brindarán el amor que necesito.
Que no importe la distancia, ni el tiempo... que el amor quede intacto como si te hubiera visto ayer.
Amar libremente, sin reproches.
En alguna parte leí este poema... y es como debo aprender a amar, con libertad, con confianza, sin miedos, sin dramas, sin presiones, sin chantajes... la clave es soltar, fluir, dejar ir.
MIS METAS
Quiero amarte sin absorberte,
apreciarte sin juzgarte,
unirme a ti sin esclavizarte,
imitarte sin exigirte,
dejarte ir sin sentirme culpable,
criticarte sin herirte
y ayudarte sin menospreciarte,
si puedes hacer lo mismo por mí,
entonces nos habremos conocido verdaderamente.
Soy Paty, Codependiente en Recuperación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario