miércoles, 4 de diciembre de 2013

Me doy permiso para...



REFLEXIÓN

ME DOY PERMISO PARA...

Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad, presiones o violencia, de las que me ignoran, me niegan un beso, un abrazo...

No acepto ni la brusquedad ni mucho menos la violencia hacia mi persona de ningún tipo, sea familiar, laboral o en externo quien la pretenda ejercer sobre mi. Las personas bruscas o violentas quedan totalmente fuera de mi vida. Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco también consideración y respeto.

Me doy permiso para No Obligarme a se "el alma de la fiesta", el que pone el entusiasmo en las situaciones, ni se la persona que pone el calor humano en el hogar, la que está dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan.

No he nacido para entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado. Mi propia existencia, mi Ser; ya es valioso. Si quieren continuar a mi lado deben aprender a VALORARME. Mi Presencia ya es suficiente: no he de agotarme haciendo más.

Me doy permiso para no tolerar exigencias desproporcionadas en el trabajo. No voy a cargar con responsabilidades que corresponden a otros y que tienen tendencia a desentenderse. Si las exigencias de mis superiores son desproporcionadas hablaré con ellos clara y serenamente. Me doy permiso para no hundirme las espaldas con cargas ajenas.

Me doy permiso para dejar que se Desvanezcan los Miedos que me infundieron mis padres y las personas que me educaron. El mundo no es sólo Hostilidadn Engaño o Agresión:hay también mucha BELLEZA y ALEGRÍA inexplorada.

Decido abandonar los miedos conocidos y me arriesgo a explorar las aventuras por conocer. Más vale lo bueno que ya he ido conociendo y lo mejor que aún está por conocer. Voy a explorar sin ANGUSTIA.

Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente. No soy perfecto, nadie lo es,y la perfección es oprimente. Me permito rechazar las Ideas que me Inculcaron en la Infancia intentando que me amoldara a los esquemas ajenos, intentando obligarme a ser Perfecto:un hombre sin Fisuras, Rígidamende Irreprochable. Es decir : inhumano.

Asumo plenamente mi Derecho a defenderme, a rechazar la hostilidad ajena, a no ser tan correcto como quieren; y asumo mi Derecho a ponerles límites y barreras a algunas personas sin sentirme culpable..

No he nacido para ser víctima de nadie. Me doy permiso para no esperar alabanzas, manifestaciones de ternura o la valoración de otros. Me permito no sufrir angustia esperando una llamada telefónica, una palabra amable o un gesto de consideración.

SOY YO QUIEN ME VALORO, ME ACEPTO Y ME APRECIO. NO ESPERO A QUE VENGAN ESAS CONSIDERACIONES DESDE EL EXTERIOR.

No espero nada de afuera. Empiezo por reconocer mis valores, el resto vendrá solo. Me doy permiso para saborear las cosas de la vida que mi cuerpo y mente pueden asimilar con un ritmo tranquilo.

Prefiero las relaciones menos densas. Me permito vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego. No me impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer.

Elijo lo que da salud y vitalidad. Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico.

No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy; Si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz, yo estaré como estaré.

Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo "normal" y lo "anormal" en mis estados emocionales los ESTABLEZCO YO.

JOAQUÍN  ARGENTE

lunes, 2 de diciembre de 2013

El desapego funciona



La felicidad es como una mariposa; si la persigues siempre está fuera de tu alcance; pero si te sientas y la esperas se posará sobre tí.

(Anónimo)

Lectura de Codependientes en recuperación

Desapego

Un día, mi hijo trajo a casa a vivir con nosotros a un hámster. Lo pusimos en una jaula. Poco tiempo después, el hámster escapó. 

Durante los siguientes seis meses, el animal corría asustado y salvaje por toda la casa. Y lo mismo nosotros para atraparlo.

“Ahí está. ¡Agárralo!”, gritábamos cada vez que alguien veía al hámster. Mi hijo o yo dejábamos lo que estuviéramos haciendo, corríamos por toda la casa y nos lanzábamos sobre el animal con la esperanza de atraparlo.

Me preocupaba por él, aunque no lo viéramos. “Esto no esta bien”, pensaba.“No puedo tener a un hámster corriendo suelto por la casa. Tenemos que atraparlo. Tenemos que hacer algo”.

Un pequeño animal del tamaño de un ratón tenía en agitación a todo mundo. Un día, mientras estaba sentada en la sala, vi al animal correr por el pasillo. En estado de frenesí, empecé a abalanzarme sobre él, como generalmente lo hacía, y luego me detuve.

Me dije: Estoy harta. Si ese animal quiere vivir en los rincones y escondrijos de esta casa, voy a dejar que lo haga. Estoy harta de preocuparme por él. Estoy harta de perseguirlo. Esta es una circunstancia irregular, pero así es justamente como tendrá que ser.

Dejé que el hámster corriera sin que yo reaccionara. Me sentía un poquito incómoda con mi nueva reacción -no reaccionar-, pero me ceñí a ella de todas maneras.

Me sentí más a gusto con mi nueva reacción, no reaccionar. Al poco tiempo, estaba perfectamente en paz con la situación. Había dejado de pelear con el pequeño correlón. 

Una tarde, unas cuantas semanas después de que empecé a practicar mi nueva actitud, el hámster corrió cerca de mí, como lo había hecho tantas veces y apenas lo mire. El animal se paró en seco, volteó y me miró confundido. Empecé a abalanzarme sobre él... por supuesto empezó a correr. Me relajé. “Muy bien”, dije: “Haz lo que quieras”. Y lo decía en serio.

Una hora después, el hámster vino solito, se paró junto a mí y esperó. Gentilmente lo levanté y lo coloqué en su jaula, donde ha vivido feliz desde entonces. ¿La moraleja de la historia? No te abalances sobre el hámster. El ya está asustado y tratar de atraparlo lo único que logra es asustarlo más y te volverá loco.

El desapego funciona.

Hoy me sentiré a gusto con mi nueva reacción de no reaccionar. Me sentiré en paz.

Paty CODE.