sábado, 3 de agosto de 2013

Estar en medio





"Cuando lloras por las veces que intentaste
y tratas de olvidar las lágrimas que lloraste
solo tienes pena y tristeza 
el futuro incierto esperas
puedes tener paz en la tormenta..."

Ahora comprendo mi estado actual, así me siento. Como si estuviera en medio de un puente y no sé para donde caminar. Atrás de mi hay un pasado tormentoso, al frente no hay nada y me da miedo. A mis costados sólo hay vacío. Me siento como frenada, sin saber qué camino tomar. 

Estoy en calma pero con cierta angustia de no saber qué viene, efectivamente siento un vacío en mi corazón que no me sé explicar. Mi mano sigue suelta, vacía, no tengo de quien tomarme para caminar segura y eso me da ansiedad. 

Tengo que aprender a vivir así, sin la seguridad de una pareja, sin esa compañía. Sin tener esa esperanza, ese refuerzo. Me siento sola, no lo niego... más sola que nunca.

Hay en mi corazón serenidad, pero una tristeza que no puedo definir. Volvieron las lágrimas y el nudo en la garganta. Hoy vi apenas esta lectura de ayer del programa y me hizo reflexionar que igual que todo en la vida, este estado también será temporal.

Tendré paciencia y me abrazaré con uñas y dientes a la Oración de la Serenidad para mantenerme tranquila. Los días pasan pronto. Dios traerá para mi una respuesta sobre sus planes, tengo que aprender a esperar a que se haga su voluntad. 

Extraño mucho a quien creí había empezado a sanar mi corazón y tuve que dejar ir, he pensado mucho también en mi ex esposo, en lo bueno que teníamos. 

Tengo miedo que mi mente me engañe y cometer un error. Me cuesta mucho frenar lo que pienso, lo que siento. Pero el programa me ha ayudado a analizarme mejor y a darme cuenta cuando algo no esta bien y a ser más fuerte.

Mientras suspiro profundo y seguiré con mi vida habitual.

Dios... dame Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar. Valor para cambiar las que sí puedo... y Sabiduría para reconocer la diferencia. 

Hágase tu voluntad y no la mía.

Soy Paty, codependiente en recuperación.

LECTURA DE CODEPENDIENTES EN RECUPERACIÓN

Agosto 2

Estar en medio

A veces, para ir desde donde estamos hasta donde estamos yendo, tenemos que estar dispuestos a estar a la mitad.

Una de las partes más duras de la recuperación es el concepto de dejar ir lo que es viejo y familiar, pero que no queremos, y estar dispuestos a quedarnos con las manos vacías mientras esperamos a que Dios las llene.

Esto se puede aplicar a los sentimientos. Podemos haber estado llenos de ira y de dolor. En cierta forma, estos sentimientos se han vuelto confortablemente familiares. 

Cuando por fin encaramos nuestra pena y nos despojamos de ella, podemos sentirnos vacíos un tiempo. Estamos en medio del dolor y de la alegría de la serenidad y de la aceptación.

Estar en medio se puede aplicar a las relaciones. Para prepararnos para las nuevas, primero necesitamos dejar ir las viejas. Esto puede ser atemorizante. Podemos sentirnos vacíos y perdidos durante un tiempo. Podemos sentirnos completamente solos, preguntándonos en qué estamos mal por haber dejado ir el proverbial pájaro en mano, cuando aún no hay nada en el arbusto.

Estar en medio se puede aplicar a muchas áreas de la vida y de la recuperación. Podemos estar entre dos empleos, carreras, hogares o metas. Podemos estar entre dos conductas mientras dejamos ir las viejas y aun no estamos seguros con qué las remplazaremos. Eso se pude aplicar a conductas que nos han protegido y nos han servido bien toda nuestra vida, tales como cuidar excesivamente a los demás o ser controladores.

Podemos experimentar muchos sentimientos cuando estamos en medio: brotes de pena por lo que hemos perdido o hemos dejado ir, y sentimientos de ansiedad, miedo y aprensión acerca de lo que viene. Estos son sentimientos normales cuando se está en medio. Acéptalos. Siéntelos. Libéralos.

Estar en medio no es divertido, pero es necesario. No durará para siempre. Podemos sentirnos como si estuviéramos parados, quietos, pero no es así. Estamos parados en un lugar que ésta en medio. Así es como llegamos desde aquí hasta allá. Este estado no es el destino final. Estamos yendo hacia delante, aunque ahora estemos en medio.

Hoy aceptaré el sitio en donde estoy como el lugar ideal para mí. Si estoy en medio lucharé por tener la fe en que este lugar no carece de un propósito y de que me está llevando hacia algo bueno.

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